Actualmente y desde siempre se buscan nuevas experiencias en la cama, ya no vale con el fuerte flojo o merter saquer de siempre, ahora se busca la lluvia dorada, la corrida facial, el bukkake o incluso la coprofagia.
Lo que a muchos repugna a otros les aúna. Lo que a muchos da asco a otros les da por saco. Es decir, un buen tacto rectal rechazado por muchos, a muchas mujeres les enloquece, igual a que a los hombres. Llegando al punto G más deseado por todos. De ahí la venta de plugs anales para hombres para llegar a la cima y al sumun, a lo máximo del placer. A la sinfonía del coger (follar para españoles).
Estas prácticas de intercambio de fluidos, de pasión por lo que el otro pueda expulsar de su cuerpo van muy unidas a la sumisión, masoquismo, BDSM, es decir, prácticas más extremas y que se salen de lo que, equivocadamente o no, se conoce como gustos normales o vainillas.
El cine español precursor de lluvias doradas antológicas
Como siempre, los españoles, a la cabeza en todo lo malo, y a la cola en todo lo bueno, la lluvia dorada que no falte, ya se retrató en la película «Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón», con escenas nuevas, innovadoras que lejos de causar asco, causarón furor en el año 1980.
Otros autores han estado de parte de esta predilección por el tabú más buscado y la sexualidad más reprimida. Intercambio de saliva, orín, meadas o incluso de secreciones fecales; las heces como fetichismo por muchos partidarios de su práctica, la coprofagia.
Pier Paolo Pasolini, director de cine italiano, polémico polifacético que destacó en varios campos y actividades, era un acérrimo y constante del tabú, de lo prohibido, del sadomasoquismo más precuror y polémico. Escenas eróticas consideradas por muchos como degradantes, obscenas y provocadoras en películas como Pocilga (1967), Decameron (1971) y «Las Mil y una noches»(1974), entre muchas otras, le pusieron en el centro de la opinión pública. Rompiendo tabú. Rompiendo tarima. Su muerte, no tiene desperdicio para quien quiera saber más de este controvertido director italiano.
En definitiva, lo que a muchos da asco, a unos pocos apasiona. La lluvia dorada, y todas estas muestras y gustos fuera de lo habitual, las «filias» son practicadas por una gran parte de la población, también inducida por las nuevas modas como el Hentai, esa pornografía japonesa que hace de la lluvia un batido de naranja refrescante.
Ya Zeus, al parecer, fue el primero en bañar con una buena regada a Dánae, en la mitología griega, y ahí, parece ser que la dejó más preñada que a una colegiala, con una buena meada. Sin más, como dijo el filósofo español, «para gustos los colores, y los condones con sabores».