Inmoral

Le gustaba ser capaz de mantener esa rutina, a sus 30 años se encontraba en espléndida forma física. Volvió a casa manteniendo el ritmo, sudando y acelerada. ¡Cómo le apetecía una ducha!

Enseguida estaba desnuda bajo el chorro del agua. Se le escapó la sonrisa al pensar en él, ese hombre que últimamente rondaba el vecindario. Cordial pero distante,con esos lacerantes ojos azules que la azoraban,esas miradas mostrando interés y siendo disimuladas… Definitivamente,ese hombre le resultaba atrayente. Inmersa en divagaciones mientras se aclaraba no oyó la entrada forzada. En el umbral de la puerta una fornida silueta enmascarada con un pasamontañas. Corrió la cortina y se quedó helada,ese extraño en su casa,fuese quién fuese tenía un arma. Instintivamente se cubrió y le miró a los profundos ojos azules… Vamos- dijo una voz calmada y profunda. Sosteniendo el enorme cuchillo dentado le indicó que saliese al pasillo. Lo hizo,pero no sin coger la toalla. Con la mano en su cintura fue casi un susurro -Si te resistes,te mataré-. La guió hasta la habitación y cerró la puerta. Bajó las persianas y encendió la lámpara. Ella se quedó allí,paralizada. -Desnúdate- Pensó que sonaría absurdo pero… -No me hagas daño,no merece la pena violarme- -Hazlo- Lo hizo,el largo cabello húmedo y pegado al cuerpo no era capaz de cubrir sus pechos. Sus ojos se iluminaron,se tocaba bajo el pantalón mientras la observaba. -Túmbate- Ella lo hizo y él le ató las muñecas con el cable telefónico,los brazos estirados sobre su cabeza, apenas le apretaba. Siguió tocándose bajo el pantalón y ya era visible su enorme erección. Se inclino, el cuchillo tocó su suave vientre,estaba frío,lo deslizó suavemente de lado y lo dejó apartado. Subió el pasamontañas lo suficiente para dejar descubiertos sus labios y la besó intensamente. Se desnudó, tenía un cuerpo bien formado y su miembro grande y grueso bombeaba excitado. Le lamió los pechos, le mordió el vientre y empezó a introducir sus dedos en el húmedo agujero que era su coño. Estaba aterrada y excitada, pero el placer que le daba su mano lo estaba suavizando. La besó de nuevo y por un momento ella respondió. Su mano estaba dentro, su polla muy dura se apretaba contra su vello. Le soltó las muñecas y masculló -Ponte a gatas- Obedeció,cedió a sus pasiones. Él le apretó el culo, lo mordió y sin metérsela prácticamente la folló rozando tan húmedo y cerca. Ella hundió la cara, arañó las sábanas y casi imploraba que la enculara. Le lamió el coño mientras se pajeaba, jadeaban y sudaban. Empezó a rozar el borde,él puso un tope con los dedos y tan solo la punta entraba. Mientras recorría su espalda o tiraba de su pelo sin dañarla. Estaba confusa, quería que se la follara,con ímpetu y un simulacro de violencia. La estaba violando y se sentía a salvo… La respiración de él era entrecortada,cómo la deseaba… Deslizó los dedos y dejó que entrase. Parecía echa a medida,dejó de contenerse y empezó a follársela con ganas. Ella marcaba el ritmo y jadeaba mientras la dura polla y el húmedo coño se encontraban. Tenía un culo espectacular y él lo apretaba,no quería correrse todavía. La sacó y ya goteaba. Ella se arrimó y por primera vez desde que empezaron le miró. Se mordió el labio y sonrió tímidamente, quería más. Se quitó el pasamontañas. Era él, aunque ella ya lo sabía. Se besaron,se lamieron y se mordieron. Se agarraron, se apretaron y frotaron mientras volvía a meter los dedos en su coño hinchado, ella le masajeaba la polla mientras le lamía el cuello y la oreja. Volvió a metérsela, de nuevo se aceleraron,con sus rodillas en los hombros la metía entera,ella gemía y le miraba agarrando su cuello. Le apretaba el culo y probó a meter suavemente un dedo, respondía bien y se puso a ello. Follaron y cuando tuvo el culo lubricado se puso a gatas de nuevo. Empezó a metérsela, despacio,tenía que sujetársela. Ella se acomodó y empezó a tocarse,él metió los dedos en su coño y empujó hasta el fondo. Empezó a follar su estrecho culo y a ella le encantaba. Estaba a punto de correrse pero quería seguir follándosela. Ya no estaba a gatas,a medio estirar levantaba las nalgas mientras mordía la sábana y arañaba la cama. Era perfecta. La sacó de su culo,le paso la sábana y la metió en su coño,empezó a follársela fuerte y flojo hasta que no pudo aguantar más la visión de su polla entrando y saliendo del chorreante coño y se corrió en la parte baja de su espalda. Se ducharon, comieron algo y quedaron por verse en el barrio…

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