Harta de que me dijeran gorda

Estaba más que harta de que me dijeran gorda y rellenita en el instituto. Más que cansada de ver a mis amigas delgadas y saliendo con los mejores tíos del insti y yo encima de ser insultada a veces, por mi físico, no había tocado una polla en mi vida. Con ya 19 años decidí que todo esto, al menos lo de los tíos iba a cambiar.
Las compañeras de clase continuaban dejándome a un lado, en los vestuarios se pavoneaban, pasaban por delante de mí, desnudas y me miraban con desprecio. Ellas esculturales, y yo gorda, como las gordasxxx, como los videosdegordas, mmmm una gorda como yo, como así decían ellas, apetecible y risueña, amargada y caliente reprimida, ahí junto a ellas, la realidad era palpable y la verdad que era así.

A veces cuando se juntaban unas cuantas en las duchas y las oía hablar de los tíos del instituto, de si a Fernando me lo follé, la otra decía la gran polla que tenía Andrés, todo eso, me calentaba. Allí junto a esas zorras que me apartaban y escuchando cómo hablaban de las pollas de clase, me calentaba.

Llegaba a casa con el coño mojado, de verlas desnudas

Luego cuando terminaba de vestirme, iba a clase mojada, mojada de coño por todas las escenas y comentarios del vestuario, que en otros relatos quizá lo cuente, si éste les gusta.
Decidí follarme algún tío, aunque gorda o rellena como estaba a algún tío debía de gustarle.
El primero que pillé, sin más, y ni se lo esperó. El caso, es que más que follar fue el morbo de tener una polla por primera vez en mis manos, y en mi boca. Tan sencillo como ir a una parada de autobús, encontré a un hombre de mediana de edad, ya no me interesaban ni los niñatos pajilleros, quería un hombre. Me acerqué, me senté junto a él, me insinué, llevaba un escote para dejar entre ver mis dos tetas gordas. Tengo un par de tetas bien puestas. El tío enseguida accedió, resulta increíble cómo los hombres cuando les ponen dos buenas tetas delante, se vuelven locos. Le hice una señal de seguirme. Lo llevé a una biblioteca que voy siempre. Él me seguía y lo metí conmigo en los lavabos que conozco y que sé que no están muy concurridos. Le metí en el lavabo individual donde se mea, y le dije: te gustan?. Le saqué las dos tetazas desnudas, el tío, con gafas y con cara de no pillar ni una tía en su vida, asintió y lo único que me dijo fue: Puedo…? Con un gesto como para querer tocar y chupar o lo que sea. Le hice una señal de aprobación, enseguida lo tuve mamando mis tetones gordos. Me daba calor en mis pezones, olía a colonia barata, y nunca había yo sentido algo así, su lengua toda grande y mojada no daba a basto para tanta teta. Enseguida yo bajé la mano, decidida a hacerlo, ya que ese tío no lo veía como para atreverse y dar los primeros pasos.

Le saqué la polla del calzoncillo a ese hombre mayor

Fui para abajo, le bajé la cremallera de un pantalón de esos de trabajar en oficinas, de tergal, le metí la mano ansiosa buscando su polla, y rápidamente la localicé. El tío ya estaba a medio empalmado, su polla era como un mango gordo, la pude agarrar bien con la mano derecha, la toqué para notarla entera. Nunca había sentido la forma de un capullo, lo debería tener descapullado ya, porque noté la forma del capullo de la polla lo cual me calentó muy mucho…uf. Tampoco nunca noté la forma de una polla, sí verla en fotos y vídeos, pero no tocarla. Era increíble. Toda muy caliente y palpitante y se hacía más grande por momentos, a medida que yo me calentaba y la apretaba más, ese tío engordaba su polla ansiosa. Noté en ese momento que me lo podía follar, y ser jodida por primera vez. Estaba calentísima.

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