Excursión

Quedamos que pasaba a recogerte dos calles más arriba de donde vives te daba cosa que alguien te viera y aún te molestaba más deber de dar explicaciones al típico vecino fisgón.

Como siempre llegue 10 minutos tarde, te vi desde lejos mirando el reloj y con el teléfono en la mano por si una vez más la cita se anulaba a última hora. Ibas con una blusa oscura y con una falda por encima de la rodilla dejando relucir tus piernas enfundadas en una medias de fantasía. El aire hacía bailar tu falda anunciándome que allí debajo se escondía algo muy interesante y apasionado. Me viste como me acercaba y en tu cara se formo una sonrisa de alivio y felicidad, no se anulaba nada.

Te montaste y arrancamos rápido sin tiempo a darnos ni un beso el coche de detrás ya estaba pitando. Empezamos la típica charla de lo siento llego tarde, tranquilo no pasa nada, solo sufría que no pudieses venir. En el primer semáforo aprovechamos para darnos el primer beso rápido en los labios fugaz pero muy deseado.

Nos dirigimos primero a lavar el coche lo llevaba lleno de barro de la lluvia de la mañana. Entramos en el túnel y en la privacidad de este empezamos a besarnos con pasión tocándonos tanto como podíamos, la cara el torso, los senos la espalda como si esos 60 segundos del túnel fueran lo único que disfrutaríamos solos. Mi mano rápida se fue a tu entrepierna, subiendo por la cara interior del muslo, no pusiste ningún problema es más a me abriste las piernas para que llegase allí donde quisiese. Fui subiendo por el muslo caliente y mmmmmmmmm eran medias enseguida pude tocar tu piel más oculta, Suave y caliente hasta toparme con el tanga. En un movimiento rapidísimo te lo quitaste no querías que nada frenase ese momento. Mientras seguíamos besándonos como locos, comiéndonos las bocas, las lenguas. Mi mano alcanzo tu ardiente sexo y empezó a jugar con él. Estaba ya mojado y me fue fácil empezar a estimular el clítoris. Mierda!!!!!!! alcanzamos el final del túnel. Con rapidez y con cara de querer volver a pasar por él recuperamos nuestras posiciones.

Mientras el chico del túnel empezó a secar las partes húmedas del coche. De pronto de diste cuenta de que llevabas el tanga en la mano y rápidamente lo escondiste en la puerta del coche.
Salimos definitivamente del túnel y en el primer semáforo mi mano volvió a volar hacia tu sexo pero se volvió a poner verde, esto no eran maneras. Te pedí por favor manténmelo bien caliente y lubricado. No tuve que repetirlo, más bien pareció que no lo habías hecho antes por vergüenza, pusiste la mano debajo de tu falda y empezaste a masturbarte despacito no querías correrte si no era mi mano la que te acariciara. En cada ocasión que podía mi mano sustituía a la tuya. En el tercer semáforo me dijiste necesito más encuentra un sitio donde termines el trabajo.
Te solté » En la guantera tienes un regalo, lo podrás abrir en el próximo semáforo», pusiste cara de que coño dice este. Llego el cuarto semáforo y mi mano audaz salto del cambio a tu sexo. Abriste la guantera y sacaste un paquete lo desenvolviste y se te ilumino la cara.
Era un consolador, medio escondidas miraste si tenía pilas y si vibraba. te falto tiempo cuando se puso verde para empezar a jugar con él…

Lo encendiste y se perdio debajo de tu falda, por el gritito quese escapo deducí que había entrado fino y muy agradablemente. Veia como tu mano iba cogiendo ritmo debajo la falda y como ibas moviendote en el asiento. Reprimías tus gemidos pero no cesabas el ritmo auto impuesto. En el siguiente semáforo ya no te lo quitaste me pasaste el testigo, intente seguir el ritmo, entraba y salía con suavidad estabas bien lubricada y sobretodo excitada. Descubrí que no le habías dado al tope al vibrador con lo que di vueltas a la ruedecilla de la velocidad y lo puse a tope.
Te encanto porque soltaste un grito de placer forzando en no hacer caras raras para que no te vieran los coches de al lado, el semaforo se puso en verde y giramos por una carretera sin casi circulación. Allí ya te dejaste llevar por tus placeres te era igual quien marcara el ritmo con el consolador lo estabas pasando en grande y querías correrte. Mojar la falda y la tapicería del coche querías dejar el olor de tus jugos en el coche.
Aumentaste el ritmo tanto como pudiste y no cesabas de gemir, tu cara ya no reprimía ningún gesto ESTABAS GOZANDOOOOOOOO. Hasta que un aullido final y el silencio del vibrador delató que te habías corrido. Mojaste la mano en tu sexo y la lamiste como sabes q me gusta, bebiendo tu misma de ti.
Seguimos en silencio serpenteando por la carretera oyendo como tu respiración volvía a la normalidad.
Al final decidiste hablar, «Me ha encantado el regalo, puedo quedármelo?»,
«Es para ti el regalo para que lo goces cuando y con quien te plazca»
Finalmente paramos en un rincón tranquilo de la carretera, y me besaste largamente. Tiramos hacía atrás los asientos para estar más cómodos y poder hablar y vernos las caras.
Por sorpresa mía fuiste directa a tocar mi sexo por encima del pantalón y sonreiste. Descubriste lo que ya sabías que estaba excitado de haberte visto y oído correrte, sabías que me excitaba verte masturbarte.
Directamente soltaste una orden «Sácatela quiero verla»
Como buen chico cumpli tus deseos y sin añadir nada más te lanzaste a por ella entera en la boca. Estabas hambrienta…
la querías toda para ti. A los pocos segundos viste q no me iba a escapar y q me estaba gustando y cogiste el glande con la boca y te pusiste a jugar con él. Lo chupabas como un chupa chupss mmmmmmmmm me encantaba agarrado con los labios jugando con ellos y con la lengua. Mis pulsaciones ya estaban a mil y poco a poco empezaste a subir ya bajar sobre mi falo masturbándome con tus labios. Mi pene estaba a punto de estallar pero me retenía me pondrías perdido y a parte estaba gozando muchisimo. Ya no me resisti más y empece a vaciarme, volviste a rodear mi glande con tus labios y a medida que iba saliendo mi semen te lo ibas tragando. Sin dejar ni siquiera un segundo en tu boca. acabado el primer impetú soltaste mi pene de la prisión de tus labios. He ibas apretandolo para irte bebiendo esas últimas gotas que salen a última hora, gotita que salía lametón que dabas.
Mis pulsaciones volvieron a su ritmo y salí del coche a ponerme bien los pantalones, por mi sorpresa tu tambien saliste y me dijiste «paseamos?». Te dije «si». Y me puse andar me soltaste «no se te olvida la manta». Se me iluminó la cara y cogi la manta del maletero. Empezamos a andar por un sendero. Un beso contra un arbol, una caricia bajo la falda, un pellizco al culo, los dos senos agarrados y así poco a poco llegamos a un claro separado del sendero.
Encendidos los dos tiramos la manta al suelo y me sente y tu encima mío nustros sexos encajaron a la primera y ya no estabamos para preliminares. empezaste a mover tus caderas con mi pene dentro de ti mmmmmmmmmmm q gusto

Querías notar mi polla por todos tus rincones, que movimiento de caderas más agradable. Te agarre de las nalgas y empece a cambiar el vaiven por sube y baja. Entraba y salía con faciliad tu sexo estaba completamente lubricado y entraba y salía con dulzura. Mientras subías y bajabas jugabas abriendo y cerrando los musculos de tu vagina.

Me estabas poniendo a mil subiendo y bajando apretando mi pene con tus musculos tus pechos golpeandome la cara. Yo persiguendo esos pezones para mordisquearlos se me escapaban y solo conseguía lametones fugaces, disfrutabas sacandome los pechos de mi boca. Poco a poco nos olvidamos de los pechos y nos dedicamos a aumentar el ritmo de los saltos. Te marcaba el ritmo agarrandote por el culo. Mi pene salía de tu sexo y volvia entrar en cada caída de tu cuerpo contra el mio. Los saltos cada vez eran más altos y la excitación mayor, salta salta salta más arriba te susurraba, los dos reprimendo nuestros gritos para no dar aviso de nuestra sesión de placer. No pude más y me corri dentro tuyo mmmmmmmm y tu te corriste al mismo tiempo empapando nuestros sexos, fluyendo nuestro calor.

Nos tumbamos sobre la manta medio desnudos y nos pusimos a descansar bajo el sol de primavera. Me quede entre el sueño y la conciencia. Me desperto unos movimientos extraños. Y poco a poco me di cuenta que te estabas masturbando con el palo de andar que habíamos cogido…

Tu cuerpo se revolvía de placer apretando mi mano mas fuerte contra tu sexo hasta que llegaste a la cuspide del orgasmo haciendome deslizar mis dedos dentro de tu sexo junto a los tuyos.
Aún oia tu respiración acelerada que se oyeron voces acercandose como si nos hubieran puesto un cohete en el culo nos pusimos la ropa tan rápido como pudimos, evidentemente sin ropa interior no había mucho tiempo.
Dos segundos después de ponernos bien la última prenda aparecieron una pareja por el claro. Nos pillaron sacando la comida de la cesta y por la cara que pusieron creo que les jodimos los planes, no eramos los únicos que conocían ese claro en mitad del monte.

Nos saludamos y pasaron de largo. Nosotros ya puestos nos comimos el picnic con una sonrisita de satisfechos y nerviosos, un poco más y nos pillan en mitad de tus gemidos y con mi pene bien firme.

Terminamos de comer y recogimos entre besos caricias y alguna mano despistada entre nuestros cuerpos pero ya con esos nervios de si nos pillan.

Ya de vuelta al coche te pregunte si te había gustado el picnic y me soltaste que te quedaste con hambre. Me sorprendio tu respuesta pues no nos lo comimos todo. Así que pregunté si es que no te gusto y me dijiste que si pero que te habías quedado con hambre. Un poco agobiado te solte «No entiendo» y me repsondiste «cuando encuentre el momento te respondo». No entendía nada ¿el momento? los dos solos en el monte y no era un buen momento?
Estuvimos andando un par de minutos más y de repente me cogiste de la mano y me dijiste que fuera tras de ti. Obedecí un poco mosca con todo aquello pero satisfecho de ver esas nalgas dibujadas debajo del vestidito y más aún cuando en una subida de una piedra una imagen me recordó que íbamos sin ropa interior al ver los pliegues de tu sexo desde debajo mmmmmmmmmmmmmmmmmmmm
Seguimos un momento más y de golpe paraste y me dijiste aquí. Me abrazaste y nos fundimos en un abrazo, notaste mi erección en tu cuerpo debido a la última imagen de tu sexo desde abajo. Nuestras manos se volvían a recorrer nuestros cuerpos como si no hubieran tenido oportunidad de tocarse nunca, nerviosas deseosas y ahora sin ropa interior que pudiera desfigurar nada el placer de acariciarse era mayor y nuestros cuerpos sentían más.
Me susurraste al oido «ahora me voy a tomar mi postre y acabar de saciarme» y tal como terminaste de decirlo te fuiste hacía abajo escapando de mi abrazo y en un abrir y cerrar de ojos tenías mi erección entre tus manos y mi glande en tu boca.
Empezaste a mimar mi pene con tus labios saboreando en cada chupada un milimetro más de mi miembro tomando posesión de él con tu boca.
Fuiste ganando terreno con tu boca mi sexo era todo tuyo ahora era yo quien tenía que ahogar mis gritos mmmmmmmmmmmmmmm tus succiones eran relajadas pero incesantes y cuando ya todo mi sexo estaba en tu boca fuiste aumentando el ritmo.
Yo gozaba de placer y tu ibas cada vez más rápido no pude más y aulle y me vacie en tu boca quería dartelo todo y tu querías tomarlo todo.
Me vaciaste hasta la ultima gota.
mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm
Tal y como terminaste me cogiste de la mano y volviste a coger el camino sin casi tiempo para recuperar el aliento.

En 5 min estabamos en el coche y volvimos callados hasta tu casa satisfechos no queríamos romper ese momento

Deja un comentario