Dame tu cosita en Sitges Carnavales 2019

Llevo tiempo leyendo relatos, observando fotos y masturbándome sobre todo con las fotos de mujeres maduras, me resultan especialmente atractivas. Y también siento atracción por los señores mayores que yo, y de ahí este relato, o más bien experiencia liberal o carnavalesca.
Pero no voy a relatar largo ni sobre las señoras de mediana edad ni sobre otras cosas, quiero decir lo primero que soy chica inglesa de vacaciones aquí, en Barcelona, tengo 32 años y ayer me lo pasé genial.
Quiero escribir solo un pequeño testimonio de los carnavales de Sitges 2019 tan excelentes que tienen aquí ustedes y de la diversión y erotismo que hay. Ayer hice una cosa que nunca la hice. Estoy aquí con amigos, yo tengo pareja pero soy liberal así que las relaciones a cuatro o tres bandas no me parecen perjudiciales, al contrario, creo que alimentan la perspectiva de las personas. Amplían la visión del mundo. Es como el billar a tres bandas, que todos los agujeros o troneras están tapiados (como los míos, que me los tapan todos) y la de carambolas que se hacen, es una pasada. Y a mí, las carambolas, o sin la «caram», las bolas a secas, me gustan a media noche.

Carnavales Sitges 2019 al ritmo de reggaeton

Ayer estuvimos en los carnavales de Sitges, una ciudad que me encanta, por el mar, por las gentes tan extraordinariamente amables y con esa mentalidad libre y liberal, abierta a cualquier inclinación sexual.
Soy originaria de Nottingham, en el corazón de Inglaterra, y la tierra de ese noble caballero que tantas películas y a tantos humanos ha robado un pedacito de su ser, me refiero a Robin Hood. En el frondoso bosque de Sherwood Forest se refugiaba y vivía este intrépido hombre de mundo que quitaba a los ricos para darlos a los pobres. Y él, vivía en lo alto de un árbol, a lo pobre y un estilo Huckleberry Finn. El gran amigo libre y pícaro de Tom Sawyer a orillas del Mississipi. Pícaro que orinaba desde la rama del árbol, desde su casa, como hacía Robin Hood.

Bueno, que me iba de mi particular propósito, ayer mientras estábamos por las calles de Sitges, con mis amigos ingleses, todos liberales, escuché una canción muy bonita, que decía algo así como «Dame tu cosita», y lo decía todo el rato. Me excitó tanto la música y la letra, porque el español lo entiendo bien, que comencé a moverme como una gatita. Y yo empecé a bailar al estilo de esa música, ese reguetón que tanto se lleva ahora.

Dame tu cosita, toma mi cosota, grande y gorda

Mis amigos me miraban, yo como tengo buen movimiento de caderas me dejé llevar, y entre el alcohol y la noche, me arrimé a un señor más mayor que yo, y no me pude contener.

Y empecé a frotarme con él, mis amigos me miraban, la música sonaba, el reggaeton subía de decibelios, y yo como una gatita extraña, empezaba lo que dicen ahora a «perrear» rozándome y frotándome con ese señor. Él no me hizo ni caso, pero no se movió. Le abordé por detrás y puse mi culo en pompa pegado al suyo. Pude notar cómo mis nalgas se abrían, yo iba disfrazada y llevaba tan solo una tela muy fina que cubría mi trasero. Y sentía como se abría mi culo, en su áspero vaquero. El hombre ni se inmutó. Pero casi me dio igual, notaba una sensación de gusto por toda mi raja increíble. Así estuve, alrededor de un minuto. Rozándome, sube y baja, mi raja sobre esa superficie dura y rugosa. Al final, ya paré y él, que todo el rato había estado dado de vuelta, porque mi roce era con su culo, le abordé por detrás, al final le miré. No hubo nada más. Nos miramos cómplices de lo ocurrido. Yo claro, calentísima y él frío como el acero. Hasta me puso más cachonda y todo. No era un baboso, cualquier otro me hubiera hecho lo que hubiera querido. Porque me ofrecí, por lo que fuera, alcohol o la noche en sí misma.
Una mirada entrelazada, una inglesa mojada de Carnavales, con el toque erótico más sublime que sentí en todas estas vacaciones.
Ni una un follada, de mis parejas liberales, me ha sentido mejor. Me excitan los señores mayores, los hombres mucho mayores que yo. Si quieren puedo darles detalles y cosas mías.

   

Deja un comentario