Había leído bien en el periódico, el curso era para formarse para ser puta, sí, ser prostituta no es sencillo, se necesitan muchas cosas. Empatía, saber estar, don de gentes, donde están los condones y dotes amatorias.
Hacer gozar al cliente, porque el cliente siempre tiene la razón, y en nuestro mundo más todavía. Necesitamos tener inteligencia emocional como diría Goleman (leer su libro me hizo ser yo misma, Daniel Goleman “Inteligencia emocional”), y tener mucha seguridad en una misma.
A eso le podemos añadir lenguas, es muy importante saber dominar unas cuantas lenguas, ya que cuando una está en el lío, no es lo mismo quedarse callada, que decir: come on, let´s go, I´m going to suck your dick. O “ninety euros the blowjob”. Son noventa euros la mamada.
Ser prostituta no es fácil y para eso: el curso para ser puta
Para todo ello se requiere una formación, como si fueras a ser instalador de gas, pues lo mismo, pero follando. No sé por qué tanto miedo al sexo, si todas nosotras venimos de ahí, y vamos hacía ahí. Tanta hipocresía y falsedad que me da hasta repugnancia tener que definir algo que por sí mismo, ya se mantiene. Como un buen falo duro.
Luego los clientes vienen a nosotras porque no encuentran placer en sus casas, sus novatas mujeres en el sexo, no saben complacerles. Pues está muy bien que hagan cursos que por 50 euros como mucho, te enseñen la profesión más antigua y ancestral de la Tierra. Que es la prostitución del cuerpo, el placer de la carne, y el sonajero del pequeño Peterson.
Hay muchas chicas que no consideran esta profesión desleal, si no al contrario, la ven leal, y son repartidoras de placer; como las pizzas pero con pichas. Lo que sí está mal es lo que todos sabemos, que exploten y maltraten y se aprovechen de mujeres. Estoy al 100% en contra, y lo condeno al máximo. Pero, ¿vender placer por dinero?. ¿Hay algo más bonito que el amor bien entendido y compartido? Y no me refiero con el partidazo del domingo, si no, compartido entre dos o más. A mi me va el gangbang y las parejas liberales.
En definitiva, que no hay que tener tanto miedo al sexo, ni ser tan falsos como muchos. Me gustan estos cursos para chicas que quieran ser escorts y que quieran mejorar en sus artes sexuales. Yo de momento me caliento yo misma, con un buen sobeteo de senos y magreo del pezón grande oscuro.