Cuando tenia 13 – Cuentos Cachondos

Cuando tenia 13 años conocí a Juan en una sala de chat, Juan fue un hombre muy amable, por eso lo preferí entre los muchos mas que me pedían charlas privadas, al  parecer ¨selenita¨ era un nickname muy apetecido. Juan era aun tipo muy apuesto, ya un señor, pero aun con esa autoridad que resalta en un hombre maduro y bueno de cuerpo estaba muy bien para su edad, tenia 45 años y se intereso mucho en mi después de saber mi edad.
Para que se hagan una idea de como era yo en esos días; tenia una vida normal, iba a un buen colegio, en mi casa se manejaba una economía normal que permitía darnos algunos gustos de vez en cuando, pude conocer otros países del mundo antes de los 13 años, siempre fui muy aplicada y responsable con mis estudios, era la típica niña que todos los profesores querían.
Físicamente no era la mayor cosa, una flaca blanca alta de voz gruesa ojos y cabello negro y bueno mi boca que siempre ha sido tema de los mejores halagos que desde niña me han hecho, en cuanto a mi cuerpo soy de piernas largas nunca he sido de contextura gruesa por lo que mis nalgas nunca fueron mi mayor atributo, son mis senos los que siempre me han encantado, desde niña, tuve los mejores senos de entre mis amiguitas, los míos siempre fueron los mas tonificados carnosos y aunque pequeños se veían grandes en mi torso de niña delgada.
Ya a los 13 años tenia mis senos en su máxima plenitud, y ya había tenido que acostumbrarme que los hombres miraran mas mis senos que mi cara y hasta había vivido una experiencia sexual cuando un tío al parecer no resistió la tentación de verme dormida en su cama, cuando desperté tenia lo que después supe era semen en mi blusa y mi cara también encontré un sobre que decía gracias por todo te quiere tu tío Felipe y un collar de perlas súper hermoso que luego usaría en mis 15 sobre el hecho nunca  dije nada y pues esas y otras que otro día contare.
Habían sido las pocas experiencias sexuales que había tenido y como les digo ya estaba un tanto acostumbrada ver hombres deseándome y mirándome. Pero claro, nunca sin ropa.  la primera vez que hable por chat con Juan, fue muy divertida después de conocer datos íntimos de nuestras vidas, me pidió que me dejara ver, desde niña fueron muchas las horas que pase sola en mi casa, así que no fue difícil encontrar un lugar privado en mi casa para encender la cámara y dejar de escribir, primero solo me veía yo.
El escribió que era como un ángel, me pidió que diera una vuelta a lo que accedí rápidamente, no entendía porque me daba algo de placer hacer lo que Juan pidiera, confieso que para mi era muy divertido, yo creía que haciendo lo que el pidiera el iba entender que me gustaba mucho y que podía adueñarse de mi corazón solo con una de sus sonrisas, lo había visto en fotos y se veía que tenia una vida feliz, deportiva, saludable y aventurera por el mundo.
Cuando di la vuelta, me dijo que no tenia que tener complejos con mi cola, que aunque no la podía ver muy bien con mi falda puesta se notaba que estaba bien formadita, lo que me lleno de alegría, me dijo y los senos se ven que están perfectos, debes tener una hermosa figurita cuando te bañas, ese día Juan dijo que quería darme un regalo que le diera mi dirección y teléfono, se lo di como una niña inocente luego nos despedimos de besos.
Casi 10 días pase pensando en Juan y porque nunca mas me había hablado, de repente solo el timbre de la puerta con un paquete para mi, luego de ver lo que había dentro supe eso era envidado por Juan. Había muchos objetos sexuales y una cantidad considerable de dinero, mucho para lo que una niña de mi edad podía necesitar.

Había una nota que decía, vamos a cam hoy, llegado el  momento cuando dimos cámara lo vi completamente desnudo, podía notar su gran verga extremadamente gruesa ahí frente a mi pantalla, sentí que me arrojaban un balde de agua tibia de pies a cabeza, sentí que me derretía por dentro y sentí que mi vagina se quemaba con un ardor que hacia que mis piernas temblaran de pasión al tiempo que no podía contener la humedad en mis pantis, nunca había sentido algo así, entonces  corrí a cerrar la puerta para que nadie pudiera interrumpir.
Juan dijo, quiero que te quites toda la ropa y quiero verte la chucha!! quede impactada pero no me acobarde, deje que Juan recorriera con su vista perversa mis senos y mis nalgas, cuando dijo que quería ver mi ano, pensé en como hacer para que lo pudiera ver de la mejor forma, así que tome mi portátil y lo coloque en el suelo y me puse en cuatro para que el pudiera apreciar mi chiquito de una mejor manera, me dijo que me masturbara, les juro que aunque era algo pervertida nunca me había masturbado.
La verdad nunca había tenido un contacto sexual aparte del evento que les conté con mi tío, así que el se dispuso a enseñarme, me dijo que me acostara en la cama, que aprovechara mi flexibilidad y que abriera las piernas lo mas que pudiera, y pues como yo era muy flexible logre colocar mis talones en mi nuca, eso es algo fácil de hacer, pero desnuda dejaba mi vagina totalmente abierta al ojo observador que tenia viéndome desde mi computador, que mientras me daba ordenes, ostentaba su gran verga que yo comenzaba a desear con furor.
Cuando sentí los primeros roces de mis dedos en mi clítoris, supe que seria algo trascendental algo que marcaría mi vida y la partiría en el antes y el después, ya que después de ese día es necesario que me masturbe por lo menos 2 veces al día para poder llevar el día normalmente, desde ese día desperté a mi vaginita, sentí que cobro vida propia y exigía acción.
Cuando Juan noto que empezó a gustarme el estar frotando cada uno de mis dedos por toda mi húmeda vaginita me dijo: quiero que metas un dedo en esa chichita rica, comencé a intentar bajar de mi clítoris a mi orificio de útero, sentí que estaba abundantemente húmedo caliente palpitante y absolutamente sensible, sentí que mi orificio estaba algo mas abierto que de costumbre, tan abierto que podían entrar 3 de mis dedos, claro llegaba un momento en que lo profundo resultaba doloroso y también lastimaba un poco en los bordes de mi orificio.
Para que se hagan una idea les describiré mi parte, como  les decía siempre fui una niña delgada de voz gruesa que algunos les parece sensual pero lo que mas llama, llamó y creo que seguirá llamando la atención de los hombres es el tamaño de mi vagina, ya saben lo que dicen de las flacas, es verdad, pero bueno por fuera, mi vagina estaba decorada con unos hermosos vellitos que sobresalen en esa etapa de todo joven, nunca me han salido muchos y en esa época solo tenia algunos pocos en la parte superior que formaban la figura de un caminito hasta mi rayita.
Mi clítoris es largo hacia abajo terminando en unos labios menores color rosa en forma de flor pero sin dejar de ser pequeños, a diferencia de mis labios mayores que son grandes y carnosos, en fin luego de saber hasta donde ya no podían entrar mas mis dedos decidí hacer un juego en ese punto, un mete y saca en la parte de mi vagina que no me dolía era espectacular al punto que deseaba mas aunque eso significaba mas dolor, fue en ese momento que Juan dijo: en la caja hay un artefacto que quiero que uses, es largo gordo y de color negro.
Cuando vi ese pene de plástico, note que era enorme, claro no tanto como la verga de Juan, pero me apresure a humedecerlo y a ponérmelo en la punta de mi útero, luego me dijo gira la rosca que tiene en la base, cuando lo hice, el aparato empezó a vibrar y les juro que es una locura, sentí que era la puta mas puta del mundo, pero tenia que sentir esa verga vibrante dentro de mi, cerré mis ojos y presione el aparato contra mi interior totalmente expuesto.
Sentí una excitación extrema acompañada con mucho ardor pero la sensación de que me dio tener algo tan grande dentro de mi fue sublime, cuando saque el vibrador salio algo de sangre fue ahí que supe que había dejado de ser una niña, algunas pensaran que fue un desperdicio pero a mi me encanto, la historia con Juan continua, falta la parte donde nos vemos y mi segundo amigo virtual.
Nos vemos la próxima disculpen si los aburrí besos.