Este relato es un inicio de algo que pasó entre ella y yo. Mi atracción por las chicas no se desarrolló hasta los 18 años. Fuimos lesbianas consumadas y calientes.
Por aquel entonces yo trabajaba en la tienda de mis padres vendiendo pasteles, pan y dulces. Ella iba a mi tienda casi a diario. Allí la conocí, y allí la vi por primera vez. Era una joven hermosa, bella y más lanzada que yo.
Esposa caliente y desaprovechada
No sabía donde ubicar mi relato, el de una esposa caliente, desaprovechada y desatendida, no sabía ni por dónde empezar, en realidad aún no lo sé. Dejaré tan solo una foto mía de esta mañana, para seguir si ustedes lo desean. A todas las maduras anónimas como yo, desaprovechadas. Para Relatos Maduras.