Su madre, Sanae de 41 años, no tenía relaciones maritales durante más de dos meses, cosa para ella excesiva. Provocativamente sexual sin quererlo, era profundamente sensual, sus formas redondas y su cara aniñada la hacían muy mujer. Así que estaba viviendo con su hijo ya de 18 años, Nagore, a solas y con los deseos escondidos y aniñados en ese tabú infinito, que es el sexo de madre con hijo.
Su hijo tenía el problema de estar apesadumbrado por no poder tener relaciones sexuales con su novia, debido a su problema, una preocupación que lo traía por la calle de la amargura. La madre siempre solícita y entregada, pregunta al hijo en la soledad de su habitación filial qué es lo que le ocurre. El pequeño, tiene temor a decírselo, pero ella, como buena madre insiste una y otra vez.
Una madre para resolver el problema del hijo
Finalmente, accede a decírselo, a contarle el porqué de no poder satisfacer a su novia, la madre al principio sorprendida ante tamaña afirmación no da crédito a lo que oye. Después querrá comprobarlo con sus propio ojos y es cierto. Su hijo tiene un problema serio con el sexo.
Ella, lejos de alejarse de esa preocupación querrá en primera persona, averiguar si ella puede solucionarlo. Veremos si lo arregla, o no lo soluciona. Un comic porno, que identifica a la madre Sanae muy voluptuosa, temerosa de su generosidad de carnes, incluso cree que puede estar gorda, pero a su hijo todo eso, le dará igual. Porque no es cierto. Ella es una madre de los pies a la cabeza. Que concederá un amor filial satisfactorio al hijo como ninguna novia pueda hacerlo. Finalmente, podrá descubrir en su propia casa, ese placer, que en la relación marital, conyugal lo tenía anulado y olvidado. Es el amor filial de Sanae, madre de 41 años. (SEGUIRÁ…)
