Cómo Hotel Paraíso cambió mi vida

Una puta en Almería muy fiestera y cachonda

Nada lograba que olvidara a Laura, mi antigua amiga y caliente como ninguna. Pero ese verano, fui solo a Almería, un lugar al que siempre había querido ir. Y fue el verano de mi vida.
Me llamo Sandro, tengo 62 años y con un divorcio a mis espaldas. Estaba harto de todo, después de más de treinta años de matrimonio, Nuri, mi compañera sentimental y mujer, me había abandonado por otro hombre mucho más joven que yo. Ella, un año de menor, con 61 años, se había agenciado un niñato de 21, así que el cambio le había salido a cuenta.


Yo por aquel entonces estaba tan hecho polvo que ni pensaba en mujeres, estaba desganado.
Me había hospedado en el Hotel Paraíso. Vengan al Paraíso, rezaba en la entrada. Era un un lugar de ensueño en Almería, un lugar de esos que solo ves por los panfletos de hoteles veraniegos.
Subí a la habitación, la tenía para una semana, luego me iría de allí, pero solo fueron necesarios cuatro días para conocer a Jennifer.

Jennifer la mejor de las Putas Almeria que nunca imaginé

Cómo lo podría decir, la primera noche que estuve allí, la recepcionista, muy amable y cordial me dijo que me tenía que alegrar, que desde que me vio entrar por la puerta había visto a un hombre distinguido y abatido. Me contó que tenía amigas, señoritas que me podrían hacer pasar una velada inolvidable: me dio un número de teléfono. Chicas Almería, conozca las escorts más exigentes y cariñosas. Putas Almeria.
Yo me quedé parado, la joven de la recepción tenía aspecto aniñado y en ningún momento puteril ni nada guarro, pero me estaba dando el contacto de una agencia o eso parecía, de chicas de alterne, las putas de toda la vida.
Llamé a ese teléfono, y cuál, fue mi sorpresa que era un telefono particular, no era agencia ni nada por el estilo. Quién es, me dijo al otro lado de la línea. Yo no sabía qué decir, soy Sandro, quién eres tú.
Yo soy Jennifer. Me dijo una voz muy bonita, Jennifer!, retumbaba en toda la habitación, yo estaba solo, Jennifer, qué bonito nombre pensé para mí.
Perdona la pregunta, o mi indiscreción pero me han dado este número de teléfono y aquí pone Putas Almería o Escorts Almería, vamos chicas de compañia, ¿eres una chica de compañía o se han querido reír de mí?
-Ja, ja, ja.- Oí al otro lado del teléfono.
-Claro que sí, soy chica de compañía, agradable y excitable. Eso habrá sido Rebeca, mi amiga, que es la recepcionista del Hotel Paraíso, ¿verdad?, es ella quién selo ha dicho.
-En efecto, ella me ha dicho que me ve muy desganado y sin fuerzas para nada.
-Pues si no tienes fuerzas para nada yo te daré energía, soy como la batería de un móvil, como la gasolina para un coche, la mecha del pertardo, y tú eres mi carpintero fuerte y rudo.
Usted parece mayor por la voz, yo soy muy jovencita 18 años recién cumplidos, pero muy caliente y cachonda, así que le puedo dar calor durante este rato o quedar e ir a su habitación.
-Yo paso de los 60 años, podría ser tu padre, qué digo yo, tu abuelo.
-Da lo mismo, a mi los abuelos me gustan, los papas me excitan, y los hombres mayores me ponen con mil calores.
-Pues venga-dije yo. No se hable más, ven para mi habitación y vamos a montar en el Rodeo del Paraíso.

A la media hora Jennifer entró en mi habitación. Era una joven espectacular. Morena, delgadita, aniñada, tetas pequeñas, cara de caliente, nada más entrar por la puerta de mi habitación supe que ella iba a ser mi mejor calmante y aliciente. Dejo unas fotos. Si a alguien quisera que siga, seguiré explicando nuestra historia, dejen un mensaje. Ella me dijo que era de Roquetas de Mar, no era ni más ni menos, que la mejor y más maravillosa de la Putas Roquetas de Mar que yo había visto, morena, espectacular. Saludos.